El trabajo de campo de un tasador: ¿por qué es tan importante?

Por norma general, una vez recibido el encargo por parte del cliente, el trabajo de campo de un tasador sigue un proceso estructurado que consta de los siguientes pasos:

1. Programación de la visita

El tasador y el propietario acuerdan una fecha y hora para la visita. Es importante coordinar este aspecto para asegurarse de que el propietario esté presente y se puedan realizar todas las inspecciones necesarias.

2. Inspección visual

Durante la visita, el tasador realiza una inspección visual detallada de la propiedad. Esto implica observar tanto el interior como el exterior de la misma, prestando atención a aspectos como la estructura, el estado de conservación, los acabados, las instalaciones y las reformas realizadas, entre otros.

3. Toma de medidas

El tasador toma medidas precisas de la propiedad para obtener información sobre su tamaño y distribución. Esto es especialmente importante para propiedades residenciales y comerciales donde el tamaño y la distribución de los espacios tienen un impacto significativo en el valor.

4. Registro fotográfico

Durante la visita, el tasador también realiza un registro fotográfico exhaustivo de la propiedad. Las fotografías son una herramienta fundamental para el tasador, ya que permiten documentar el estado actual de la propiedad y respaldar su evaluación.

5. Investigación del entorno

Además de la inspección de la propiedad en sí, el tasador también investiga el entorno en el que se encuentra. Esto implica evaluar la ubicación, el acceso a servicios e infraestructura, así como otros factores externos que pueden influir en el valor de la propiedad.

6. Análisis comparativo de mercado

Una vez recopilada toda la información relevante durante la visita, el tasador realiza un análisis comparativo de mercado. Esto implica buscar propiedades similares en la zona y analizar sus características y valores de venta para determinar el valor de la propiedad evaluada.