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Tasación de vivienda por divorcio

Las tasaciones de viviendas ante procesos de divorcio son tareas fundamentales en procesos legales como separaciones o repartos de patrimonio.

Los procesos de divorcio, al igual que los de herencia y otros bienes patrimoniales, son uno de esos momentos que acarrean una serie de tareas molestas pero necesarias. Realizar una valoración de vivienda por divorcio, y que esta sea rigurosa y completa, es una de ellas, puesto que permitirá determinar el valor real de los bienes, lo cual facilitará el reparto justo entre las partes involucradas.

¿Por qué es necesario hacer una tasación ante un divorcio?

Parece obvio, pero llegado el momento, no siempre lo tenemos claro; en esta entrada explicaremos por qué una valoración es útil en este proceso. Hacer la valoración de los bienes afectados en un proceso de divorcio es esencial para conocer el valor, tanto del conjunto de la propiedad, como de sus partes. Este paso es la base que permitirá dar los siguientes pasos en el futuro, desde una venta a un tercero a una compra de una parte por uno de los cónyuges.

En una separación o divorcio, la tasación de viviendas ayuda a repartir equitativamente los bienes comunes, lo que puede ser útil para resolver discrepancias entre las partes involucradas. Pero, además, en el caso de que se opte por la venta a un tercero, la tasación ayuda a evitar la pérdida que supondría vender por un precio antieconómico las propiedades.

Sin duda, uno de los momentos clave en un divorcio, cuando el régimen es en gananciales, es la repartición de los bienes. En todo caso, siempre se puede optar por mantener la copropiedad en el caso de que las condiciones de mercado no sean las mejores.

Tasación de vivienda para un divorcio: ¿cómo se hace?

A la hora de afrontar la valoración de una vivienda para un divorcio, hemos de tomar una decisión entre las diferentes opciones que tenemos: desde un estudio informal -una estimación– del valor de las propiedades hasta una tasación oficial que pueda presentarse ante terceros. Ante la duda, lo mejor será siempre optar por una tasación oficial que pueda hacerse valer en cualquier situación de conflicto. 

  • Estimación de valor. Para realizar una estimación del valor de una propiedad, se puede optar por hacer un análisis de mercado. Así, podemos hacer un estudio más o menos formal a través de los anuncios del resto de casas similares a la nuestra que haya en la zona, lo que nos dará una idea de por dónde se mueve la oferta. Se puede empezar por este paso, o incluso recurrir a apps y herramientas digitales de comparación de valores inmobiliarios, pero siempre siendo conscientes de que, para pasos futuros, como pedir una hipoteca, será necesario presentar una tasación homologada.
  • Tasación homologada. Si lo que queremos es curarnos en salud y contar con un documento que nos sirva ante cualquier situación, sin duda lo más recomendable es contar con un informe oficial emitido por una sociedad de tasación homologada por el Banco de España. Esto nos permitirá aportar, además de un valor exacto, un plus de objetividad al contar con un tercero independiente. A la hora de realizar la tasación podemos optar por hacerlo con una finalidad de asesoramiento o, si queremos ir más allá, optar por la valoración con finalidad hipotecaria. Esta última es la opción más frecuente para aquellos clientes que quieren pedir una hipoteca para comprar la parte correspondiente al otro miembro de la pareja, por ejemplo.
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¿Qué documentos se necesitan para hacer una tasación de vivienda en un proceso de divorcio?

A la hora de hacer una valoración de una casa por divorcio, serán necesarios varios documentos importantes.

  1. En primer lugar, hará falta contar con las escrituras de la propiedad. En base a estas se podrá hacer la identificación del inmueble y continuar con el proceso.
  2. En segundo lugar, la nota simple será necesaria para obtener datos clave, desde la titularidad hasta las cargas de la propiedad.
  3. Además, conviene aportar otros documentos identificativos del inmueble, como documentación catastral,  planos o información sobre reformas realizadas, que permitan al tasador no sólo identificar el inmueble, sino comprobar el estado de las modificaciones realizadas y posibles alteraciones que haya sufrido.

Sin duda, a la hora de afrontar un proceso de separación o divorcio, una de las claves es acertar a la hora de tomar decisiones en base a criterios de objetividad y de justicia. Ante todo ello, la tasación no es un mero trámite, sino que se convierte en una herramienta fundamental para su resolución satisfactoria.